Las fake news: el spam del periodismo

Hoy en día nos sometemos a un continuo bombardeo. Bombardeo de todo tipo. Pero de entre todas las ofertas que inundan nuestros muros de Twitter o Facebook destacan las fakes news.

Este tipo de noticias se han extendido con el auge de la tecnología. De entre las noticias que nos llegan, es raro que no entremos en una noticia que dice que el Papa Francisco apoya a Donald Trump, “es el arquetipo de las fake news, que es equivocado, pero consigue generar muchísimo tráfico en las redes sociales”, explicó James Harding, director de la BBC hasta el 1 de enero de 2018 y antes editor de Times con 38 años, en ‘Conversaciones con’ organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.

James Harding, en su conversación con decenas de periodistas, abordó el tema de las fakes news y su visión de este problema para los medios de comunicación. El exdirector de la BBC definió este tipo de noticias como “una publicación en internet de una historia deliberadamente falsa para obtener beneficios económicos o políticos”.

Estos intereses, para Harding, “no son el gran peligro del mundo de la información hoy en día”. En una reunión con Dimitri Peskov, secretario de prensa de Vladimir Putin, sacó la conclusión de que “el mundo está en una guerra de información”. Y ese es el problema real al que hay que enfrentarse a día de hoy.

El periodista británico le quitó importancia a las noticias falsas que corren por las redes porque está convencido de que “las personas serias no dedican tiempo a este tipo de noticias” y las califica como el spam del periodismo. Y señala que “hay peligros más serios” como las noticias basura. Publicaciones que son apresuradas, sin profundidad, deliberadamente estrepitosas y engañosas; o noticias repetitivas, que dan voz a los mismos y que sacrifican las verdaderas historias porque estas consiguen un aumento de tráfico.

También resaltó otros riesgos del periodismo que, desde su punto de vista, son “los problemas que no se denuncian, las ideas que no se exploran o el simple volumen de cosas que nos llega cada minuto del día”. Y destaca que “en el corazón del problema es que las salas de redacción, en sí mismas, son idénticas. Las personas son similares; los modelos de negocios son similares; el servicio a clientes es similar. Las salas de redacción todavía, en su mayoría, funcionan como un concierto e internet debe hacer que las noticias se parezcan más a un festival de música”.

En un mundo donde la avalancha de información es enorme, la clave está en cuidar las noticias y profundizar en ellas. Y aprovechando los nuevos medios que nos ofrece la tecnología “contar historias de maneras inimaginable”.