Un acuerdo que no es suficiente: qué falta para que haya presidente en España

El camino a la investidura de Pedro Sánchez puede estar más cerca tras el acuerdo alcanzado esta semana con el partido de Yolanda Díaz. Y sí, todavía hay que hablar de un hipotético “puede” porque el candidato designado por el Rey aún no tiene los números suficientes para salvar su investidura. La fecha para conseguirlo es el próximo 27 de noviembre, por lo que las negociaciones cogen ahora mayor aceleración que el que habían tenido hasta el momento.

El acuerdo entre PSOE y Sumar ha sido por tanto solo el primer paso y a nadie le ha pillado por sorpresa. Este entente se daba por hecho incluso antes de los comicios, ¾ambos líderes habían manifestado su voluntad de entenderse¾, y muchos han interpretado este gesto como una forma de presión a los demás grupos parlamentarios. Aun así, el acuerdo es importante y así lo quisieron reflejar ambas formaciones en un acto celebrado en el Museo Reina Sofía este martes donde los líderes de los dos partidos estuvieron arropados por la mayoría de los ministros en funciones, equipos negociadores, parlamentarios y senadores.

El Gobierno de coalición que PSOE y Sumar quieren formar, sin embargo, necesitará el apoyo de sus principales socios (EH Bildu, ERC, PNV, BNG), además de Junts, debido a que el Ejecutivo estará en minoría. Por ello, todas las miradas se están dirigiendo a estos partidos políticos.

El bloque independentista catalán, formado por Junts y ERC, está pendiente de que el Congreso tramite la ley de la amnistía, condición necesaria para que ambos grupos estén dispuestos a dar su apoyo. De tramitarse, el expresidente Carles Puigdemont podría volver de Waterloo, donde reside tras haber declarado unilateralmente la independencia de Cataluña en 2017.

En reiteradas ocasiones dirigentes de Junts han criticado a ERC por apoyar al Gobierno en la pasada legislatura, llegando a acusarles incluso de ser ‘traidores’. El contexto ahora es diferente. Ambos partidos han visto sus apoyos reducidos en los comicios de julio (7 diputados cada grupo), y ambas formaciones quieren liderar la hegemonía soberanista en Cataluña, donde se deben celebrar elecciones en 2025.

Antes PNV y EH Bildu medirán sus fuerzas. En 2024, en concreto. Los independentistas vascos han aumentado sus apoyos en las elecciones locales de mayo, y también en las generales de julio, donde ya cuentan con seis escaños. Desde el primer momento han anunciado que no impedirán un Gobierno de PSOE y Sumar, a quien piden más ambición en materia social. El PNV, en cambio, quiere hacer valer su apoyo. La sensación que tienen en Sabin Etxea, sede del partido, es que Puigdemont les ha quitado el protagonismo que siempre han querido tener y es algo a lo que no quieren renunciar y por eso la lista de peticiones es larga. Muchas voces todavía no descartan, incluso, una posible abstención de los jertzales que podría llevarnos a un adelanto electoral.

El apoyo que casi se podría dar por hecho, en cambio, es el del Bloque Nacionalista Galego (BNG). Su único diputado también es necesario para que Sánchez pueda llegar a reeditar la presidencia del Gobierno y sus reclamas no pareen una dificultad para PSOE y Sumar.  Coalición Canaria, pese a no ser uno de los socios del Gobierno¾ de hecho votó a favor de la investidura de Alberto Núñez Feijóo (PP) en el mes de septiembre¾ se ha abierto a apoyar a Pedro Sánchez si desde el Gobierno se compromete con lo llamado ‘agenda canaria’ (una serie de compromisos para su tierra).

El camino a la investidura parece largo y complejo, pero el horizonte se ubica en el 27 de noviembre. De no haber un presidente electo para ese lunes, España irá de nuevo a un adelanto electoral el próximo 14 de enero, y la campaña arrancaría en los últimos coletazos de las Navidades.