¿Qué es PR? Su papel esencial en las estrategias de marketing

Trabajar en PR es todavía algo desconocido entre la sociedad. Solo aquellos que nos dedicamos a este mundillo somos capaces de explicar qué es lo que hacemos. Los demás, aún malinterpretan nuestro trabajo: las Relaciones Públicas.

Esta profesión es relativamente nueva en España pero en otros países está más que implantada. Aunque llevamos ya bastantes años operando, lo cierto es que aún hay muchas dudas. Antes se hablaba de relaciones públicas cuando se organizaba un evento y se presentaba una buena imagen de una marca pero ahora vamos más allá. Este concepto ha evolucionado con el paso del tiempo.

Las Relaciones Públicas no son publicidad o marketing. No compramos, no usamos plataformas pagadas, no vendemos. Nuestras historias esperan, simplemente, ser compartidas. Pero las Relaciones públicas guardan relación con la publicidad y el marketing parte de ello y resultan clave para potenciar los productos y servicios de las empresas.

En la era digital, las redes sociales juegan un papel muy importante y positivo. Avanzamos hacia la Social PR. No se trabaja por separado las redes sociales y la comunicación en medios sino que se unifican bajo la misma estrategia. Permite lograr una mayor difusión de las campañas, evita contradicciones en la comunicación, agiliza las reacciones y los canales se retroalimentan entre sí.

Además, el uso de figuras públicasinfluencers en estrategias de PR toma fuerza pero ya no basta con contratar a un embajador para que venda nuestro producto, tenemos que influenciar en ellos. Las personas confiamos en las recomendaciones naturales y creíbles y desechamos lo que nos resulta puramente comercial.

PR es un conjunto de acciones comunicativas que informan, a la vez que educan a su público. Somos “contadores de historias”. Convertimos los mensajes que un cliente quiere que lleguen a su público en historias interesantes y atrayentes y elaboramos estrategias para que este relato y esta imagen construida tenga eco entre el público objetivo del cliente. Después, se valora esa repercusión.