La inteligencia artificial, una oportunidad y un gran riesgo para la prensa

Este texto no está escrito con inteligencia artificial. Aunque la afirmación puede parecer obvia, desde luego que no es baladí, pues si la IA ha demostrado algo en los últimos meses es la perfección con la que es capaz de escribir textos sobre temas tan diversos como blockchain, ley de vivienda o la situación socioeconómica en España en tan solo unos segundos.

El avance de la ciencia, también digital, se presenta como una clara ventana de oportunidad para la sociedad. Sin embargo, la tecnología que hay detrás de la inteligencia artificial todavía no es perfecta, y así nos lo advierten las propias herramientas como ChatGPT cuando te adentras en su plataforma. Para gran parte de la sociedad este detalle puede resultar sutil, o solo un aviso con el que revisar los textos que esta tecnología se presenta.

Sin embargo, para los profesionales de la información este matiz es muy importante, o al menos debería serlo. Así lo ha analizado el ex director del Washington post, Mary Baron, en una entrevista reciente en El Confidencial cuando le preguntan sobre cómo la IA puede afectar a la prensa. “Es lo más preocupante para nuestro oficio, también para la sociedad, porque será más difícil detectar las falsedades, las imágenes falsas, el texto falso o, incluso, las voces falsas. Todo. Existe una gran oportunidad de falsificar todo. Será muy difícil determinar lo que es verdad y lo que es mentira. Si me pregunta cuál es la respuesta, ¿qué deberíamos hacer? Bueno, todavía no lo sé”.

En una sociedad donde la inmediatez y la posverdad han tomado las riendas de los principales actores de la esfera pública, también en muchas ocasiones del periodismo, la inteligencia artificial puede ser aprovechado como un nuevo estímulo para que el camino de la desinformación se allane.

Diversas instituciones han advertido recientemente de que gran parte de la sociedad confía menos en sus instituciones y líderes. El I Estudio sobre la desinformación en España, elaborado por la Universidad de Navarra en colaboración con la UTECA, por ejemplo, señala que el 95,8% de los españoles considera que la desinformación es un problema para la sociedad actual, y para un 91% es un peligro para la democracia y la estabilidad de un país. La única buen noticia, si es que la hay, es que este estudio afirma que más del 80% de las personas considera que son los medios de comunicación la mejor garantía frente la propagación de falsedades.

El desarrollo de la inteligencia artificial parece que no ha hecho más que comenzar, y todavía no somos capaces de imaginar cuál puede llegar su alcance. Arrancaba afirmando que todo desarrollo se presenta como una ventana de oportunidad para la sociedad. Bajo el contexto en el que nos movemos, estoy convencido de que esto será así, pero el camino que debemos intentar trazar es que esta tecnología facilite la detección de falsedades y evitar así una propagación de fake news a través de plataformas como WhatsApp o Twitter, que todavía siguen haciendo mucho daño a una capa de la población más vulnerable y probablemente más desinformada.