Hacia un Black Friday más sofisticado

El 24 de noviembre ya está marcado y redondeado en muchos de los calendarios de los españoles. La fiebre del Black Friday ya está aquí. Un día en el que los precios bajan y nos podemos comprar eso que deseábamos desde hacía ya tiempo. O simplemente adquirir un capricho. Sí. El Black Friday es uno de esos días que tanto consumidores como empresas esperan con ansia.

Estas últimas saben que tienen una oportunidad de oro. El consumidor quiere gastar. De ahí, que muchas se pongan a trabajar desde ya para optimizar los gastos de su target. Para este año se estima que generará 1,3 billones de euros, un 15% más que en 2016.

El Black Friday supone un reto para los comercios: atrapar al consumidor con sus productos u ofertas. Para ello, la empresa deberá conocer bien cómo buscan sus clientes.

Internet es el medio más recurrido para buscar productos en el Black Friday con diferencia. Aunque, no es cosa de un día. Es un tema de semanas. De hecho, según un estudio de Google, el 90% de las búsquedas son antes de la gran fecha. En estas búsquedas, la mayor parte de los consumidores, no saben qué van a comprar. Los futuros clientes buscan ofertas de forma genérica, un 49%, y no es hasta los días anteriores y posteriores al pico cuando se deciden y buscan productos de marca específica, el 51%.

La oportunidad surge en esos momentos de incertidumbre. Las empresas deben elaborar un plan para que lleguen sus ofertas y productos desde el primer momento. El cliente está abierto a todo y si ve una buena oferta no la rechazará…

A la hora de adquirir productos, existen una serie de factores que los consumidores tienen muy en cuenta antes de comprar:

  • El precio. Continúa siendo el factor clave para el 92,6% de los consumidores. De hecho, un objetivo muy común es comprar más barato algo que se lleva buscando tiempo y aprovechar ofertas que no hay en el resto del año.
  • Un segundo pilar en la decisión es un factor pragmático, que se relaciona con conseguir artículos de uso recurrente a un menor precio o adelantar compras de Navidad. Se calcula que, del total de compras, este factor estará presente en un 22,5%.
  • Mejor lo físico. Aunque el e-commerce esté creciendo mucho, los consumidores, en el Black Friday, prefieren tiendas físicas y grandes almacenes a plataformas como Amazon.
  • Compro para mí. El 43,4% de los consumidores son más propensos a adquirir artículos para uso personal frente a la adquisición para compartir o regalar.

Más allá del retail: cross industria

El Black Friday comenzó en España centrado en el retail. Sin embargo, con las oportunidades que genera y las experiencias de años anteriores se ha extendido a otros sectores. Para ello, lanzan sus mensajes en la red sin importarle lo que quieran ver los usuarios. De hecho, Google recomienda YouTube como plataforma para comunicar a los clientes las propuestas de valor y que se introduzcan en resultados.

La tendencia indica, según Google, que hay tres modelos que pueden aprovecharse durante el Black Friday:

  • Tradicional: son productos o servicios relacionados tradicionalmente con esta fecha. Lo ideal es aumentar el impacto de las comunicaciones a una audiencia que ya ha mostrado interés.
  • Oportunista: consiste en relacionar productos con este fenómeno para aprovechar el interés orgánico que se genera.
  • Indirecto: se trata de un paso más allá. Consiste en comunicar un mensaje aprovechando que la audiencia está en ‘modo compra’.