Cargador único para toda la Unión Europea

En ocasiones pensamos que la Unión Europea es un ente que legisla sin percibir muy bien de qué manera nos afecta a los ciudadanos en nuestro día a día. Y aunque hay muchísimos ejemplos, la semana pasada veíamos una decisión que acabará con la frustración de muchos consumidores, la Comisión proponía un único cargador para todos los dispositivos electrónicos, independientemente de su marca.

El Parlamento Europeo llevaba años pidiendo a la Comisión informes y resoluciones que permitieran dar el paso y por fin, se ha presentado una posible regulación que el Parlamento ahora convertirá en una propuesta legislativa.

Los objetivos son dos y muy claros, hacer frente a los residuos electrónicos y facilitar la vida de los consumidores. El cargador elegido será el USB-C, puerto estándar para todos los smartphones, tabletas, cámaras, auriculares, altavoces portátiles y consolas de videojuegos de mano.

En los últimos 10 años y después de muchas reuniones de trabajo con la industria se había conseguido reducir el número de cargadores de teléfonos móviles de 30 a 3 pero no existía una solución completa. Por eso, el paso dado por la Comisión ahora es importante.

«Los consumidores europeos llevan mucho tiempo frustrados por la acumulación de cargadores incompatibles en sus cajones. Hemos dado mucho tiempo a la industria para que proponga sus propias soluciones, y ahora ha llegado el momento de tomar medidas legislativas para crear un cargador común. Es una victoria importante para nuestros consumidores y el medio ambiente, y está en consonancia con nuestras ambiciones ecológicas y digitales».

Margrethe Vestager, Vicepresidenta ejecutiva para una Europa preparada para la era digital,

La propuesta incluye desligar la venta del cargador de la venta del dispositivo, de esta manera el consumidor decidirá cuándo comprar un nuevo cargador y se reducirá la huella medioambiental asociada a la producción y eliminación de los cargadores.

La tecnología de carga rápida armonizada contribuirá a evitar que los distintos fabricantes limiten injustificadamente la velocidad de carga y ayudará a garantizar que la velocidad de carga sea la misma al utilizar cualquier cargador compatible con un dispositivo.

Los fabricantes tendrán que proporcionar información relevante sobre el rendimiento de la carga, incluida la información sobre la potencia requerida por el dispositivo y si es compatible con la carga rápida.

250 millones de euros de ahorro y mil toneladas menos de residuos

Se calcula que la reducción de la producción y eliminación de cargadores nuevos reducirá la cantidad de residuos electrónicos en casi mil toneladas al año.

Estas medidas permitirán a los consumidores limitar el número de cargadores nuevos que compran y les ayudará a ahorrar 250 millones de euros al año en compras innecesarias de cargadores.

En 2020 se vendieron en la UE unos 420 millones de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos portátiles. Por término medio, los consumidores poseen unos tres cargadores de teléfonos móviles, de los cuales utilizan dos de forma habitual. A pesar de ello, el 38% de los consumidores afirma haber tenido problemas al menos una vez al no poder cargar su teléfono móvil porque los cargadores disponibles eran incompatibles.