5 anuncios que se convirtieron en la canción del verano
Ya ha llegado el calor y lo ha hecho con fuerza. Y parece que con las altas temperaturas se nos alegra el cuerpo y nos entran unas ganas locas de bailar canciones con ritmos pegadizos y letras absurdas.
La canción del verano forma parte de nuestra historia, de lo que somos. Desde la ‘Barbacoa’ de Georgie Dann hasta el ‘Despacito’ de Luis Fonsi, todos nuestros veranos han estado marcados de una manera o de otra por una banda sonora simplona y repetitiva que nos obligaba, sin querer, a mover los pies a su son.
Las marcas conocen el poder de la música y la utilizan en sus campañas publicitarias. Y algunas veces hasta dan con la tecla y consiguen un hit que se mete en las cabezas de sus potenciales clientes a base de ritmos machacones. He aquí cinco ejemplos que te devolverán a otras épocas. Pero, cuidado, porque podrías volver a caer en las redes de estas sintonías tan pegadizas:
Agosto de 2003. La ONCE lanza este anuncio y revoluciona a una sociedad amodorrada por el calor y el aburrimiento típico de la época del año. Una campaña sencilla, aparentemente sin demasiadas aspiraciones, se convirtió en el estímulo que se necesitaba para despertar del letargo provocado por las altas temperaturas. La cancioncita superó al anuncio, y muchos la canturreaban sin saber de dónde había salido. Hasta la ponían en las discotecas para cerrar la fiesta…
Tuvieron que pasar casi 10 años para que la música veraniega de las campañas televisivas se sofisticara. Y todo gracias a las marcas de cerveza, que han visto en la música y la imagen las mejores armas para atraer a más fieles a sus firmas. Además, no reparan en gastos y suelen elegir grupos y artistas indies con ejércitos de seguidores.
San Miguel no sólo creó un himno, también un movimiento: Ciudadanos de un país llamado mundo caló, y no sólo por la canción, interpretada por Jamie Cullum, en la que se combinaba a la perfección el pop, el flamenco y el rap, y que llegó a ser trending topic nada más salir a la luz el anuncio. Tuvo tanto éxito, que San Miguel repitió el año siguiente con Mika y Leonor Watling.
Las compañías de refrescos también han hecho grandes anuncios que muchos aún recordamos. En el verano de 1998, sin ir más lejos, una melodía que pretendía ser underground (como todo lo que se llevaba entonces) se convirtió en el himno del verano y el grupo que la interpretaba, Undrop, llenó conciertos y fiestas patronales durante esos tres meses de calor. ‘There is the train’ poco tenía que ver con Pepsi, pero aun así se convirtió en su himno ese verano.
Otra forma de llamar la atención es versionar un éxito musical. Y vaya si funciona… Al menos a Renault le fue muy bien este spot que se hizo viral en el verano de 2007. Con una letra algo surrealista, unas imágenes sacadas de cualquier película de fantasía y al ritmo de la melodía de ‘La historia interminable’, este anuncio hizo las delicias de la agencia creativa y de los telespectadores, que no paramos de tararearla durante los tres meses estivales.
En 1992 nos volvimos locos con una cancioncilla pegadiza que pretendía revolver las conciencias de todos los que disfrutábamos del pescaito frito en verano. El lema ‘Pezqueñines, no gracias. Hay que dejarlos crecer’ aún resuena en nuestras cabezas y, seguramente, sean muchos los que todavía pueden canturrearla sin apenas equivocarse.
Para poner el broche de oro de este post, os dejamos un bonus extra. El anuncio de los refrescos Kas. En esta ocasión también se utilizó una melodía conocida y se inventó una letra que enganchó y nos empujó a todos a cantarla en las tardes de verano. ¿Quién no le pidió al camarero una kas diciendo aquello de ‘dame más, dame kas, veinticuatro horas más’?
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