Bulos en tiempos de coronavirus

La crisis del coronavirus ha provocado una situación nunca antes vista, tanto a nivel económico como social. Los mercados financieros no consiguen remontar las caídas producidas por la notable reducción de la actividad, y los ciudadanos se encuentran nerviosos tras haber pasado más de un mes encerrados en sus casas y sin conocer cuándo se acabará este periodo de confinamiento.

En estos días de tensión y nerviosismo generalizado, se está convirtiendo en habitual encontrarnos con diversos bulos y fake news. Muchos de ellos son fácilmente reconocibles como falsos, por el medio en el que nos llegan, por la fuente de la información o por el propio contenido, que suena hasta absurdo, en ocasiones.

Sin embargo, hay otras noticias falsas que, bien por venir de fuentes o llegar a través de medios más fiables, bien por el agobio y la ansiedad existentes en la población, sí logran calar entre los ciudadanos, provocando en ellos reacciones a estas informaciones.

El primero de los grandes casos vividos en esta cuarentena ha sido el de Houseparty. Esta aplicación ofrece la posibilidad de realizar videollamadas de hasta ocho personas y jugar con ellos una serie de juegos especialmente diseñados. Con estas características, se convirtió en líder de descargas a los pocos días de iniciarse el confinamiento.

Hace unas semanas, a través de redes sociales, circuló información de que se estaban hackeando cuentas de banco, de Spotify y otros servicios, y todos los afectados tenían en común que eran usuarios de esta aplicación, señalándola como la culpable de sus problemas de seguridad.

A pesar de que Houseparty desmintió estos hechos a través de sus redes sociales, esta información se extendió de manera rápida por todo el mundo, provocando que cientos de usuarios borraran su cuenta y la app de sus dispositivos móviles, asustados ante la posibilidad de sufrir un ciberataque en su banco.

Días después de estos hechos, la compañía continúa asegurando que su aplicación es segura, e incluso ha ofrecido una recompensa para encontrar a la persona que comenzó con la difusión de esta información. Así, todo parece fruto de una campaña enfocada en dañar la reputación de la aplicación de moda en esta cuarentena.

Algo parecido es lo que le ha ocurrido a Zoom, un servicio de videollamadas dirigido especialmente al mundo corporativo, aunque no es utilizado únicamente por este tipo de públicos. Con el confinamiento, su valor y su número de usuarios crecieron exponencialmente, como una solución a la imposibilidad de hacer reuniones y quedadas presenciales, tanto profesionales como lúdicas.

Al igual que ocurrió con Houseparty, se difundió información de que la aplicación de Zoom tenía fallos de seguridad que facilitaban que los ciberdelincuentes hackearan el ordenador de los usuarios. Aunque esta información sí contenía parte de verdad, varias instituciones señalaron que, para evitar estos problemas, lo único que era necesario era actualizar la aplicación a su última versión, quedando solucionado con esta sencilla acción.

Sin embargo, ciertas compañías prefirieron cortar por lo sano y evitar problemas, prohibiendo a sus empleados utilizar Zoom para sus videoconferencias profesionales. Asimismo, muchos usuarios optaron por eliminar sus cuentas de este servicio y eliminarlo de sus dispositivos.

El último de los grandes casos que se han dado es el de WhatsApp. La popular aplicación de mensajería, en un intento de luchar contra la difusión de noticias y mensajes falsos, ya había limitado con anterioridad a cinco el número máximo de chats al que se podía reenviar un mensaje.

Ahora, con la abundancia de mensajes falsos con consejos o cifras sobre el coronavirus, WhatsApp ha decidido reducir aún más el número máximo de chats a los que se puede reenviar contenido. Este hecho ha sido utilizado por varios para difundir que esto es fruto de un intento de censura por parte del Gobierno de España, que sólo establecería el límite para aquellos mensajes críticos con su actuación en esta crisis.

La realidad es que esta decisión de WhatsApp se ha tomado a nivel global, puesto que no sólo en España se están dando casos de difusión de fake news. Asimismo, después del cifrado de extremo a extremo que implantó WhatsApp en su sistema en el año 2016, la app no tiene acceso al contenido de los mensajes de sus usuarios, por lo que hablar de censura a contenido crítico con el Gobierno es erróneo.

Pese al comunicado oficial de WhatsApp al respecto, son muchos los usuarios que han comenzado a utilizar Telegram, una aplicación de mensajería similar a WhatsApp pero que no limita el número de contactos o chats a los que se pueden enviar mensajes.

Es fundamental que los usuarios nos mantengamos informados, pero también que, con calma y espíritu crítico, tratemos de diferenciar qué información, fuentes y canales son fiables y cuáles no, para evitar perjudicarnos a nosotros mismos y a los demás.